jueves, 8 de marzo de 2012

Ganar, perder o perder ganando

Las expectativas, esas malditas o benditas ilusiones, que nos generamos antes de llevar a cabo cualquier proyecto, trabajo o reto, son las que ponen la salsa a nuestro día a día. El problema surge, en cómo asumimos la realidad tras las perspectivas autogeneradas con antelación si nuestros objetivos no se cumplen al 100%. 


Esto hay que extrapolarlo a todos los ámbitos de la vida, los amores que deseábamos y luego no colmaron nuestro corazón, el trabajo que añorábamos y que posteriormente nos decepcionó, y mil avatares más.

Uno de los males de la sociedad en la que vivimos es que siempre esperamos, por lo que nos inculcan o nos hacen pensar, la perfección y los máximos logros en cada una de nuestras acciones, sin saber distinguir lo importante de lo banal. Llegando en ocasiones al límite de lo ridículo, al sentirnos frustrados y enfadados si perdemos un simple un partido de fútbol entre tuercebotas, tan solo por hecho de hacerlo contra los últimos de la clasificación ¡Que vergüenza, por dios! ¡Qué van a pensar los demás!

Y en esta última idea reside la perspectiva errónea del asunto. Si dejáramos de preocuparnos por el qué dirá el prójimo, y nos atendiéramos a nuestros propios y equilibrados valores, mejor nos iría todo en general.

Hemos de saber aceptar las victorias y sobre todo las derrotas, que nos harán prosperar en la vida y llegar al final de ella maduros y con unos valores íntegros, siendo mejores  
día a día. Al fin y al cabo, como dijo alguien muy sabio “La vida no es Bambi, amigo”.

J. Barbero
Imagen: www.booksofa.com

2 comentarios:

  1. Y al hilo de todo esto ...

    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ GANAMOS EL PARTIDO !!!!!!!!!.

    Enhorabuena a todos los asistentes, y a los nó asistentes que se queden en casa para el próximo, que son gafes (je, je)

    BG15

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  2. Aupa el Jorge!!

    Alf.

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